“Los políticos cuyo único o principal objetivo es llegar al poder tienden a ser oportunistas, a asegurar y a engañar para tranquilizar al votante. El comportamiento del partido conservador [británico], abandonando su política tradicional, no cumpliendo sus promesas y traicionando las causas de muchos de sus sostenedores, está plenamente justificado si con ello consigue retener el poder para la clase tradicionalmente dominante, y con ello defiende el stablishment. Tranquilizar y engañar son tácticas que pertenecen a la gran tradición conservadora, que ha servido a la clase dominante inglesa para adaptarse a las circunstancias cambiantes, pero si un partido de izquierda adopta estas tácticas, se destruye a sí mismo.
p. 14, El socialismo en la sociedad opulenta, R.H.S. Crossman, editorial ZYX, trad. de Enrique Barón, 1966.
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